lunes, 21 de julio de 2008

SENSOPERCEPCIÓN

SENSOPERCEPCION -PATRICIA STOKOE
....................................................................................................................

“Sensopercepción”: Nombre adoptado por Patricia Stokoe para su trabajo mediante el cual se profundiza conscientemente sobre la imagen corporal y la afectividad para adquirir una mayor sensibilidad en general pudiendo así surgir imágenes constantemente renovadas que hacen al enriquecimiento de la propia danza y de la propia vida. Es entonces un conjunto de prácticas metódicas hacia el conocimiento de uno mismo y el desarrollo de un lenguaje corporal propio.
..........................................................................................................................
La concepción de Danza con la cual nos identificamos, sustenta que todos podemos bailar y disfrutar de esta actividad. De aquí se desprende que pretendemos que cada persona se contacte con su propio cuerpo real, -sea alto, bajo, gordo, flaco, flexible, rígido, “lindo” ó “feo”, joven ó viejo- y no dependa de un modelo de cuerpo determinado al cual ajustarse como premisa previa, sino que llegue a bailar desde su propia realidad corporal y universo de posibilidades. La Sensopercepción propone la posibilidad de una vida corporal más armónica que permita vivir una realidad corporal gozosa, desplegando el máximo de flexibilidad tónica que cada uno logre desarrollar.
Comenzamos por lo que llamamos “El despertar”, pretendemos agudizar y reafinar nuestra capacidad de observación, de captación sensoperceptiva para formar e integrar imágenes lo más fieles posibles a la realidad de nuestro propio cuerpo, acortando así la distancia entre una representación intelectual, la ó una representación ideal del mismo y la percepción ó conciencia de su realidad concreta en cada momento. Orientamos la atención, el interés hacia el mismo, desarrollamos la capacidad de estar alertas y presentes, hacia “lo que habita de la piel para dentro”, registrar nuestro tono muscular tanto en la quietud como en el movimiento y captar el universo de mensajes que provienen de su interior.
Este despertar ó registro, consiste en una observación guiada que invita “a hacer presente”, a llevar el interés hacia lo que habitualmente pasa desapercibido. Solemos partir de una presencia global y totalizadora hacia la diferenciación de cada zona en forma detallada para reinsertarla nuevamente en el todo. El “todo corporal” se irá diferenciando progresivamente, desplegando así el pasaje de ese “todo indiferenciado” hacia un todo “claro y distinto”.
“Un poeta tiene que ser profesor en los cinco sentidos corporales: vista, oído, tacto, gusto y olfato, en ese orden, para poder ser dueño de las más bellas imágenes, tiene que abrir las puertas de comunicación entre todos ellos.”
Federico García Lorca
Observamos una zona del cuerpo por vez, orientamos nuestra atención a un sentido por vez para aprender a detenernos y hacer conciente, hacer presente tanto lo que habita de la piel para dentro cómo lo que nos rodea.
El camino que tomamos hacia este estar alertas, perceptivos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea parte de lo más cercano y accesible a cada uno. Es a través de nuestros sentidos exteroceptivos -mirar, tocar, escuchar, oler, gustar- que recibimos los estímulos del mundo exterior ó de la envoltura del propio cuerpo (la piel), y será nuestra propioceptividad la que nos brinde la información acerca de la posición, movimiento, distribución del peso, ubicación, presión, tensión, distensión de nuestro cuerpo.
Que los sentidos se entrenan con la práctica, significa que se estimula el orientar nuestro interés, que se afina la capacidad de discernir. Esto los saben por ejemplo los obreros textiles, que pueden diferenciar infinidad de matices entre las tinturas del mismo color, ó pintores como Picasso, quien decía que salía al bosque a “llenarse de verde”, antes de buscar aquellos verdes que volcaría en el lienzo.
El entrenamiento de la capacidad de observación sensorial orientado al propio cuerpo nos permite tenerlo presente en todo momento y no esperar solamente aquellos momentos en que nos duele para reconocer su presencia. Nos permite reducir el margen de error entre la imagen del cuerpo que hemos construido y la realidad del mismo.
El hombre se hace hombre a través de los complejos procesos de aprendizaje, siempre en relación con los otros, relación que se da en múltiples niveles entre los cuales el lenguaje verbal está inseparablemente entretejido al lenguaje del tono neuromuscular, el ritmo y la cadencia del movimiento, incluso los olores del cuerpo y cada gesto cargado de intencionalidad. En el vínculo bebé-mamá, el bebe no solo registra el tono de la voz de la madre, sino el grado de tensión-distensión de su cuerpo, sus olores, sonidos, miradas (ó carencia de las mismas), las cadencias de cada uno de sus movimientos, en un conjunto inseparable que irá estimulando y configurando su propia tendencia tónica y perceptiva. En las clases de Sensopercepción, desde la guía verbal del docente iremos realizando un registro de nuestro cuerpo y las huellas que ha dejado su historia.
.........................................

No hay comentarios: